La cabaña. Cuestionario.


  1. La película comienza con una pregunta: “¿Quién no sería escéptico cuando un hombre afirma haber pasado un fin de semana con Dios?” y responde: “Que se afirme algo fantástico no significa que no sea verdad”. ¿Qué opinas del planteamiento inicial de la película? 
  2. Cuando Mackenzie le cuenta la historia de niña india a sus hijos, la pequeña Missy le dice: “¿Por qué el gran Espíritu es tan cruel? Pues hizo que la princesa saltara del precipicio y que Jesús muriera en la cruz.” ¿Qué opinas de la pregunta de la niña? ¿Qué le hubieses respondido tú? 
  3. En varios momentos de la película, tanto Papá-Dios como el Hijo dicen: “No me interesan los esclavos, prefiero Hijos (amigos)”. ¿Cómo se interpreta esta idea en la película? ¿Se relaciona con la predestinación? 
  4. En medio de una conversación, Mackenzie culata a Papá-Dios de haber permitido la muertes de Missy, y le dice: “Por tu culpa se ha ido. A menos que puedas cambiar eso, jamás seré libre. Parece que tienes la mala costumbre de dar la espalda a aquellos que dices que amas”. Y Dios le responde: “Tú no has entendido el misterio. No pienses que lo que mi Hijo decidió hacer no nos marcó a los dos. El amor siempre deja una marca. Nunca lo abandoné. Nunca abandoné a Missy”. ¿Qué opinas del diálogo?
  5. ¿Qué te han parecido los personajes que interpretan a Dios? ¿Por qué crees que a Dios se le ha representado como una mujer? ¿Cuál es el mensaje de la película en este sentido? 
  6. La idea central de la película es la importancia del perdón y la importancia del mismo para poder seguir amando. ¿Qué opinas de eso? 
  7. ¿Cuál es tu crítica de la película? 

  1. Muchas veces a los cristianos ( y a los que profesamos cualquier religión) nos tachan de creer en cuentos de hadas. En la película utilizan el término fantasía para darles la razón: sí, puede que sea una fantasía, pero ¿quiere decir eso que no sea real? Por otra parte cuando utilizan la palabra “escéptico” no se refiere solo a las personas no creyentes que puedan estar escuchando esa afirmación, sino a los propios cristianos. Saliéndonos del contexto de la cabaña, muchas veces los propios cristianos nos comportamos como escépticos, incluso Mackenzie cuando a pesar de estar viendo frente a sus ojos a Dios, no es capaz de abandonase a Él y dejarlo hacer, sino que se resiste. Imagina cuando perdemos las certezas de que Dios existe. Esta pregunta al principio sirve como introducción, pero también sirve como contraste y toque de atención también a los creyentes escépticos. 
  1. La pregunta es normal dentro de la cabeza de una niña, y de los que no son tan niños. Realmente, el sacrificio de Jesucristo no es fácil de entender para nadie y también conforma todo un misterio. Sin embargo, la fe se cuestiona para poder seguir siendo más fuerte en el futuro, por lo que preguntarse cosas de este tipo no es más que parte del fortalecimiento de la fe. Por otro lado, la respuesta a la niña no seria tampoco fácil, Jesús tomó una decisión conjuntamente con el Padre con toda su libertad. Él se entregó para salvar a todas las personas del mismo destino que Él. Tomó una determinación a partir del amor que tiene por todos y cada uno de nosotros, aunque naciéramos dos mil años después. Por eso el gran Espíritu no es cruel, es bondadoso, y prefirió que su hijo muriera antes que dejar que murieran todos sus hijos en Cristo. 
  1. La fe es un don pero también es una decisión. Dios podría habernos hecho a todos títeres sin voluntad, todos haríamos lo que está bien, nos amaríamos entre nosotros con toda el alma, nadie dudaría un segundo de la existencia de Dios, las guerras ni tendrían nombre, etc. Sin embargo, no seriamos libres, no tendríamos voluntad para hacer nada, y seríamos muñecos a la merced de Dios: esclavos. Dios no quería ni quiere esclavos, por eso nos ha dado la libertad para hacer lo que queramos aunque eso signifique que algunos no obren bien o no lleguen a conocerle, y son embargo no pierde nunca la esperanza de que todos lleguemos a Él como sus hijos y decidamos nosotros mismos seguir sus pasos para parecernos a Jesús. 
  1. En este diálogo Dios deja claro lo que antes había planteado Missy a su padre: no es que Dios lo dejara morir, es que ambos estuvieron juntos en la cruz, ambos padecieron el calvario, y ambos recibieron la lanza en el costado. Mackenzie estaba resentido con Dios por no haber hecho nada por salvar a Missy y por haberla abandonado cuando más lo necesitaba. Sin Embargo, Dios le recuerda que el amor es tan grande que estuvo con Jesús, con Missy y con todos nosotros, aunque no lo veamos, aunque nos sintamos solos, Él nunca nos abandona. Como dijo Jesucristo en Mateo 28, 20: Y sabed que yo estoy con vosotros, todos los días, hasta el final de los tiempos. Hizo una promesa que cumpliría y que cumplió, tanto en los buenos momentos como en los peores. 
  1. El hecho de que en una película no representen a Dios como uno es algo importante y relevante. Personas de otras confesiones religiosas o de ninguna, e incluso los propios cristianos no siempre comprendemos y aludimos a la Santísima Trinidad. Nuestro Dios es tres y uno al mismo tiempo. Tres naturalezas y un solo Dios. Esto es algo que normalmente no se refleja, y el hecho de que en la película se de un espacio a los tres en la vida de Mackenzie, cada uno ofreciendo lo que puede hacer, es una ventana a comprender un poco mejor cómo funciona el misterio de la Trinidad. Por otra parte, en la cultura occidental tendemos a acordarnos de Dios como Padre y de Cristo como Hijo, sin embargo, el Espíritu Santo es igual de importante y conforma la divinidad de la misma forma. Es el Espíritu de Dios y el Espíritu de Cristo. En la película se representa como parte esencial de Dios y como partícipe directo en la obra de Dios dentro de Mackenzie, que se representa como la que cuida el jardín que él tiene dentro. Realmente el Espíritu es el que llega a nosotros y nos purifica y nos permite que Dios realice sus magníficas obras en nosotros. Por otro lado, a Dios Padre se le representa durante la mayor parte de la película como una mujer, y la razón la dan ellos mismos: cuando Mackenzie llega a la cabaña y se encuentra a solas en la cocina con Papá, le confiesa que se esperaba a un señor blanco, con barba canosa y un poco anciano. Papá le contesta que pensó que no estaría  preparado para enfrentarse a un padre. Es cierto que la figura paterna para Mackenzie no era la adecuada, puesto que toda su vida había convivido con un padre demasiado duro con él y que le había causado muchos malos recuerdos que prefería olvidar. Papá pensó que encontrarse con una figura de padre podría engendrar desconfianza e incluso hostilidades por parte de Mackenzie hacia Dios. Es por esto que Papá opta por ser madre, una que quiere mucho a sus hijos y los trata con amor, aunque también, si es necesario, está más que dispuesta a reprenderlos si hacen algo mal. En este sentido, los directores de la película han tocado una parte clave de la tradición cristiana: en muchos momentos del Antiguo y Nuevo Testamento se hace alusión a la figura materna de Dios. No es padre o madre, es los dos. Tiene tanto una naturaleza como la otra, y eso es importante a la hora de reflejarlo en una película. Muchas veces Dios nos hace de madre en nuestras vidas cuando un padre quizás no es lo más adecuado y viceversa. 
  1. La fe cristiana es una fe basada en el perdón. Cuando nos equivocamos, no sólo tratamos obtener el perdón de la persona a la que hayamos perjudicado, sino del mismo Dios. De este modo, los cristianos estamos llamados a perdonar. Es una cuestión de coherencia; si Dios, exento de pecado, tras haberlo ofendido es capaz de perdonarte y amarte intensamente, tú, pecador, debes ser capaz de personar a las personas que te hayan ofendido y amarlas intensamente.  El perdón nos hace libres, tanto recibirlo como darlo. Cuando nos equivocamos y somos conscientes de ello, tenemos la necesidad de pedir disculpas y si hace falta, incluso rogar por obtener el perdón de esa persona. La culpa quita el sueño, nos paraliza, y ésta se alivia, se sana y va desapareciendo con el tiempo solo si se ha obtenido el perdón. Si nos perdonan, somos capaces de pasar página y seguir adelante. Por el contrario, la culpa nos colapsa y nos estanca. Algo parecido pasa con el perdonar o no hacerlo, aunque no solemos verlo tan claro. Perdonando, dejamos ir el odio que nos ciega y somos capaces de pasar página, seguir adelante y dormir por las noches con la conciencia tranquila, dejando paso la capacidad de continuar amando y centrándose en las personas que verdaderamente importan. 
  1. La película en sí es una buena demostración gráfica que nos ayuda a entender cómo Dios hace sus obras en nosotros y cómo funciona la fe. A lo largo de toda la trama, el personaje principal sufre una transformación que solo es posible gracias a la intervención de Dios. Él al principio era escéptico, aceptaba estar pasando un fin de semana con Dios, pero no quería a Dios en su vida, ya que la experiencia le había dado una visión muy negativa de lo que Él era. Al final, Mackenzie le pide a Dios que esté en su vida siempre, que no lo abandone, y de hecho, promete continuar estableciendo una relación con Él. La escena en la que los cuatro entierran a Missy y a partir de ahí nace un árbol fuerte, enorme y preparado para dar fruto a partir de las lágrimas que Mackenzie había derramado con la pérdida de su hija, no es más que la representación de lo que Dios es capaz de hacer en nuestras vidas siempre y cuando lo dejemos entrar en ella. Además, toda la película se centra en cómo Mackenzie tiene que perdonar para dejar entrar de lleno a Dios para arreglarlo todo. Es el reflejo de que Dios no puede curar a alguien que quiere seguir contaminado por el odio, el rencor, la envidia, por lo que también señala la importancia del perdón tanto de nosotros hacia otras personas, como de Dios hacia nosotros mismos. 







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