"El porvenir de la ilusión", S. Freud (fragmento).

El porvenir de la ilusión es un libro escrito por Sigmund Freud en 1923. En él, Freud hace un análisis psíquico de las ilusiones y cómo estás están relacionadas de algún modo con las ideas religiosas. A continuación, comentaremos un fragmento del capítulo VI de esta obra:

Recapitulando nuestro examen de la génesis psíquica de las ideas religiosas, podremos ya formularla como sigue: tales ideas, que nos son presentadas como dogmas, no son precipitadas de la experiencia ni conclusiones del pensamiento: son ilusiones, realizaciones de los deseos más antiguos, intensos y apremiantes de la Humanidad. El secreto de su fuerza está en la fuerza de estos deseos. Sabemos ya que la penosa sensación de impotencia experimentada en la niñez fue lo que despertó la necesidad de protección, la necesidad de una protección amorosa, satisfecha en tal época por el padre, y que el descubrimiento de la persistencia de tal indefensión a través de toda la vida llevó luego al hombre a forjar la existencia de un padre inmortal mucho más poderoso. El gobierno bondadoso de la divina Providencia mitiga el miedo a los peligros de la vida; la institución de un orden moral universal, asegura la victoria final de la Justicia, tan vulnerada dentro de la civilización humana, y la prolongación de la existencia terrenal por una vida futura amplía infinitamente los límites temporales y espaciales en los que han de cumplirse los deseos. 

En primer lugar, el texto anteriormente citado se puede dividir perfectamente en tres partes según su contenido. En las primeras líneas, Freud expone su tesis: las ideas religiosas no están basadas en conclusiones racionales sino que en realidad son ilusiones y deseos del ser humano. 

Sigmund Freud (1856-1939) fue un médico especializado en neurología que desarrolló un método para el análisis psíquico a través de la libre asociación de ideas. Además, trazó una serie de teorías que lo posicionaron, además de como padre de la psiquiatría moderna, como uno de los filósofos más reconocidos del siglo XX. 

Inmediatamente después, el autor hace un análisis de cuál es el origen de estas ideas, deseos o ilusiones que han sido creadas y no fundamentadas. Aquí también es conciso con su reflexión: afirma que la necesidad de protección en la infancia (favorecida por la figura paterna), obligan al hombre adulto a forjar una nueva entidad que asume el papel de padre, esta vez, infinitamente poderosa y benévola. Freud afirma que la causa de que surja el deseo de Dios se basa en una especie de "trauma infantil" originado por el sentimiento de vulnerabilidad. 

Por último, Freud realiza una enumeración de los efectos de la fe: cuál es el fundamento de la misma. Aquí no se detiene a explicar con demasiado detalle, pero concluye que las ideas religiosas ayudan a aplacar la inseguridad de estar expuestos a peligros o frustraciones de la vida: es un narcótico para la ansiedad de vivir. 

Sus ideas con respecto a la religión no eran negativas del todo. Como médico psiquiatra, habría reconocido muchos casos de patologías psíquicas en las que la religión (o la religiosidad extrema y enfermiza) habrían tenido un papel muy importante en la situación del paciente. Los deseos podían llegar a convertirse en obsesiones y frustraciones. Una pequeña dosis de ilusión es un calmante para los nervios; las ilusiones llevadas al extremo podían ser peligrosas. 

Sin embargo, Freud cometió el error de generalizar. Sus teorías eran más que acertadas: la religión puede convertirse en una obsesión psíquica, sin embargo, no en todas las ocasiones es así. El neurólogo solo vio casos en los que la religiosidad se había convertido en un problema, sin embargo, ¿con solo el análisis de personas enfermas se puede predecir un diagnóstico aplicable al resto de la humanidad?

En este libro, Freud trata de demostrar su teoría de  la religión como una ilusión humana fruto del deseo de que exista algo por encima de nosotros. Sin embargo, y a pesar de todo, este filósofo y médico revolucionó los métodos de la psiquiatría, desarrollándola al dar un primer paso hacia el análisis del cerebro humano y sus patologías.